¿Cuál es la mejor forma de descongelar los alimentos? ¿Puedo volver a congelarlos después? Te contamos lo que debes saber para hacerlo bien.
La congelación es un buen sistema de conservación de alimentos que nos permite comprar comida en cantidad, ahorrar en la cesta de la compra y disfrutar de alimentos que no son de temporada.
Sin embargo, es muy importante respetar las normas y hacerlo correctamente ya que, de lo contrario, te arriesgas a sufrir una intoxicación alimentaria. En la mayoría de los hogares se congelan los alimentos y los datos hablan por sí mismos: el 48% de las familias no los descongelan bien.
Cuidado con las bacterias
Al contrario de lo que se piensa, cuando se congelan los alimentos las bacterias que tengan en su interior, no mueren. Se mantienen latentes en los alimentos para destruirse con una cocción adecuada. Por lo tanto, si el proceso de descongelación no lo hacemos bien, sufrimos el riesgo de que esas bacterias se multipliquen.
En el caso de la carne, lo ideal es hacerlo separada de otros alimentos para evitar que se produzca contaminación cruzada.
Descongela bien
Hay varias formas de descongelar los alimentos sin exponerse a riesgos:
– En el frigorífico. Para mantener la calidad de los ingredientes, lo ideal es descongelarlos en la parte baja de la nevera. Este método tiene el inconveniente de que es lento, es decir harán falta unas 24 horas para que el alimento se descongele por completo, especialmente cuando se trata de piezas de gran tamaño. Nunca debemos descongelar alimentos a temperatura ambiente o en agua caliente, ya que el riesgo de contaminación es mayor.
– En el microondas. Tiene la ventaja de que es la forma más rápida de descongelar alimentos, pero el inconveniente de que con este método se pueden cocinar los extremos de los alimentos mientras que el centro se mantiene congelado. Para evitarlo, lo mejor es cortar el alimento en trozos pequeños (si se puede) o ir girando la pieza a medida que se va descongelando.
– Con agua fría. Para descongelar alimentos con agua fría, tienen que estar envueltos o envasados herméticamente para que el agua no entre en contacto directo con ellos. Sumerge el alimento, bien cerrado, en agua fría y se va cambiando el agua cada cierto tiempo para acelerar el proceso de descongelación.